Una vez más las fuerzas y sistemas de la Aduana cubana demuestran una
gran efectividad en la lucha contra los actos ilícitos, que atentan
contra la seguridad del pueblo cubano.
La institución ha logrado, gracias a la preparación de su personal y
las modernas técnicas con que cuentan, enfrentar y detener un tráfico de
drogas, que constantemente busca nuevas vías para entrar en nuestro
país.
Así lo evidencia el nuevo caso en la Aduana de Carga
Internacional del Aeropuerto Internacional José Martí, donde
descubrieron nuevamente en una encomienda, 0.940 Kg de clorhidrato de
cocaína en polvo, oculta en el interior de la batería de un Bafle
Multifuncional, marca Kingsong.
La mercancía procedente de sudamérica estaba destinada al
mercado interno de consumo. Esta formaba parte del equipaje no
acompañado de un viajero, modus operandi que se escogió por la
posibilidad de viajar separados, pensando tal vez, que podría burlar de
esta forma los controles aduanales.
Llama la atención en este caso, como el viajero infractor se vio
involucrado, de acuerdo a sus declaraciones, por decidir “vender parte
de su derecho en libras de equipaje” debido a su “situación económica
apretada”.
La pericia y habilidad de los especialistas de Rayos X, los Equipos
Caninos y de Analistas que trabajan con los documentos que amparan el
envío, permitieron interceptar una carga de droga, a nombre de un
pasajero que por desconocer el contenido de su equipaje, ahora se
enfrenta a un Proceso Penal ante Tribunales Cubanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario